28 de enero de 2010

Día de Edurne: Hoy me he duchado por la mañana, por lo que se me ha hecho un poco tarde. De todas maneras no he perdido el autobús. He llegado al museo y Agel me ha dicho que si tenía cosas que hacer. Yo le he dicho que casi había terminado, y entonces me ha mandado por mail un textaco en noruego para traducir. Yo lo he traducido con el google traductor, pero éste traduce como le da la gana, así que luego he tenido que volver a redactarlo todo, con la dificultad de que había un montón de cosas que no entendía, pero bueno, siempre he tenido mucha imaginación.
Hoy no he ido al lunch con la gente porque no tenía ganas, y me he quedado en mi oficina, hablando por el tuenti y mandando correos a mi gente. Ya estamos ultimando detalles Sonia y yo, porque viene ¡pasado mañana! ¡Qué bien!
A las dos me he ido y el bus que sale de Salhus, cuando he llegado a la parada, estaba llegando, pero no podía correr por miedo a pegarme un castañazo, pero no lo he perdido porque se espera hasta y diez para irse, pero eso yo no lo sabía cuando lo he visto llegar. Cuando he llegado a casa Mara ya estaba aquí, lo cual ha sido una sorpresa, porque generalmente llego yo antes. Estaba preparando el pescado, porque hoy hemos comido pescado por primera vez desde que llegamos.

Día de Mara: Por la mañana me he levantado un pelin tarde y esto a hecho que pierda el bus de las menos cuarto, con lo que he tenido que esperar al de menos cinco y he llegado diez minutos tarde… Pero no pasa nada porque no me controlan el tiempo de llegada, ni de ida y esta mañana hasta las diez y media no tenía nada importante para hacer. Al llegar he estado un rato en internet hasta que han venido una y un profesores de español de dos colegios de aquí. Hemos estado hablando en español casi todo el tiempo y, también, hemos acordado una fecha y los puntos a tratar en nuestra presentación: Mia y de Edurne porque parece ser que se han apiadado de que yo sola de una “clase” a otra clase de 21 alumnos y han decidido que entre ella y yo lo haremos mejor (obviamente). Cuando se han ido, he bajado con Kari a la recepción del museo porque hoy me tenía que quedar para aprender a manejarme con la caja que mañana estoy sola. Hemos comido el “lunch” Kari y yo de una forma tan especial como solo consigo sentirme en la recepción del museo porque, hay un montón de ventanales que dan a la calle con lo cual, tu ves pasar a la gente pero ellos a ti no, y encima hoy era un día de eso bonitos con sol y nieve cayendo a la vez. Si a esta estampa le sumas una velita y que el sol te da en la cara… ¡Perfecto! Cuando estábamos terminando ha venido un chico Cubano a conocerme y hemos estado hablando un poco en español, cosa que se me hace rara con otra persona que no sea Edurne. Cuando se ha ido, ha salido una mujer del museo y me he puesto a pasarle la encuesta y resulta que ¡Era española!... pues nada, hemos estado hablando de ella (Madrileña residente en Vilbao), de mi, de la encuesta... Al final se ha ido súper encantada con el museo y yo, entre el día tan bonito y que hoy no paro de hablar inglés, que quieras que no es un descanso para la mente, estoy como la Belén Esteban esa: “¡Súper feliz!
Cuando se ha ido, Kari me ha terminado de explicar como funcionaba la caja y hemos cerrado el museo. Al subir he estado hablando con Hilda que me ha dicho que me podía ir, con lo que he llegado antes que Edurne a la residencia y me he puesto a preparar el pescado que ha salido muy bueno.

Después de comer, hemos visto una peli que se llama “Quemar después de leer” que nos ha parecido de esas graciosas pero raras. Después hemos merendado y, para continuar con la tradición, hemos visto “Mujer contra mujer”, una de las pelis favoritas de Mara y que a Edurne le ha gustado también. Cuando ha terminado hemos cenado y nos hemos ido a dormir.