viernes, 12 de febrero de 2010

12 de febrero de 2010

Día de Edurne: Hoy de nuevo a las 6 arriba. Se nota que ya es viernes y me cuesta no dormirme en el bus. Cuando he llegado a Salhus Solveig me ha preguntado que qué tipo de música me gustaba, y yo le he dicho que escucho muchos tipos de música, entre ellas rock, jazz, blues… ella me ha dicho que su hijo tocaba en un grupo rock y jazz y que a la noche participaba en un campeonato, donde tocaban muchos grupos, y que si quería ir. No creía que lo dijese muy en serio, la verdad es que a veces me preocupa demasiado el poder molestar o que me digan las cosas por compromiso, y la verdad es que no estaba segura de si me había invitado y me daba cosa decir “sí, voy” y que fuese un malentendido. Así he ido a mi oficina y no he hecho mucho. Tenía que buscar gifts para la presentación a escolares de la semana que viene y buscar alguna foto que me faltaba para mi historia digital. Hoy no he ido al lunch porque estaba abstraída en mis cosas y no me he dado cuenta ni de la hora que era… A las dos he pasado por el despacho de Solveig a decirle que me iba y me ha dicho que ella también se iba. Esperando al bus me ha vuelto a decir que si quería ir al concierto, y yo le he dicho que tenía que preguntar a Mara, pero que estaba casi segura de que ella no tendría ningún problema por ir. He quedado con ella en que le mandaba un sms diciéndole si íbamos o no. Finalmente he llamado a Mara por teléfono y le he preguntado, y como me he imaginado me ha dicho que sí. Así le he mandado el sms ha Solveig y hemos quedado a las 6 en la puerta de la police.



Día de Mara: Al llegar, Helda me dijo que le tenía que ayudar con el blog y explicarle como se hacían las historias digitales. ¡Pues en eso ha consistido toda mi mañana! Hemos estado toda la mañana ella apuntando y yo explicándole cosas… me ha recordado a esas clases de ordenador telefónicas para la “Mamy” (¡¡¡besicos!!!). Cuando estaba terminando de explicarle como instalar cosas en el blog, ha venido un repartidor con cajas de menaje para el museo y entre ella, Kari y yo, lo hemos descargado… luego hemos estado “jugando” con el menaje. Cuando hemos colocado todo, le he terminado de explicar a mi jefa como se hacían las historias digitales. Luego he ido con Kari a Shostuene a colocar cosas como el proyector y una pizarra para la exposición de los colegios de la semana que viene. Cuando lo hemos dejado todo, hemos ido al “Bergen museum” y Kari me lo ha explicado. Cuando hemos terminado, hemos vuelto al museo para que recogiera mis cosas y he vuelto a casa en el 31 para ver en que parada nos teníamos que bajar para no subir la “cuesta de la muerte”. Pero, como no sabía donde estaba, me bajé trece o catorce paradas antes, con lo que anduve el triple que subiendo la “cuesta de la muerte”. Así que luego Edurne me canta eso de: “ella dice que es feliz en su montaña, que se está convirtiendo en ermitaña…” Perdida le pregunté a una pareja de estudiantes que me hicieron bajar otra vez la cuesta. Abajo, una tía a la que le pregunté, me dijo que tenía que volver a subir, que era justo al lado de donde le había preguntado a las dos estudiantes… ¡¡ME CAGO EN LA PUTAAAAA!! Al final llegué.



Al llegar, a Edurne se le habían pegado las lentejas con lo que comimos lentejas quemadas… pero solo un poco. Después de comer, nos hemos arreglado porque a las seis habíamos quedado con Solveig para ir a un concierto donde tocaba su hijo. Mara pensaba que el concierto era de música clásica y Edurne, de Rock y Jazz porque era lo que su jefa le había dicho. Pero cuando llegamos era un concierto de música entre Heavy y satánica… rollo Slimnot, Metallica y un poco de Marilin Manson… Rollo los que cantaron el año pasado en eurovisión de Noruega y ganaron. Todo el mundo iba de negro y nosotras todo bien vestidas para un concierto de música jazz y clásica. Pero nos gustó y nos lo pasamos bien… sobre todo con uno que tocaba en un sintetizador cuatro notas con una base pegadiza y pensamos que iba hasta el culo por las cosas que hacía… Próximamente podréis ver los videos que Mara hizo con su móvil. En la mitad, Solveig se ve que estaba hasta los ovarios del panorama y nos dijo que si nos íbamos a tomarnos algo y luego, a las nueve, volvíamos. El concierto empezó a las seis. Nos fuimos a un pub, donde al entrar estaba puesta la “Bamba”. Edurne probó la cerveza noruega y Mara se bebió algo que no tiene aun muy claro que era pero que llevaba naranja y estaba buenísimo. Hablamos de todo un poco y a las ocho y media volvimos. Conocimos al hijo de Solveig y volvimos a ver al colgado del sintetizador con su grupo. Cuando tocó el grupo del hijo de Solveig ellos se fueron y nosotros nos quedamos una canción más. Como estábamos que nos comíamos un Hanseático por los pies, nos fuimos al McDonald de la esquina a cenar. Al terminar nos volvimos a casa… ¡Con el respectivo helado del McDonald! Al llegar, comimos algo mas y nos acostamos, que estábamos reventadas y mañana queríamos madrugar para ver museos y tal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario