13 de febrero de 2010

Habíamos quedado a las once. A las diez y media Edurne llamó a Mara (¡JO!, ¡qué estaba sobando porque el reloj no me había sonado!). Hemos bajado al centro y hemos ido a información (donde ya somos clientas VIP) a por un mapa. De allí hemos subido al museo de ciencias naturales que estaba arriba de una cuesta tres veces más empinada que la “cuesta de la muerte”. Llegamos y buscamos el museo porque no lo encontrábamos. Finalmente entramos y la mitad estaba de obras con lo que, lo mejor del museo no hemos podido verlo. Hemos preguntado para venir mas adelante, cuando este abierto, pero nos han dicho que ya para dentro de un año, con lo cual aprovechamos para decirle a nuestra tutora Ascensión que, por el bien cultural nuestro, que para el año que viene, nos mande otra vez… (¿Ha colado?) No nos ha gustado porque tenía millones de millones de animales disecados. Edurne quería ver el jardín botánico y ha preguntado por el… ¡¡¡VAYA MIERDA!!! No había nada, todo estaba cubierto por la nieve y los pocos árboles que había estaban sin explicar. ¡Era un cutre parque, no un jardín botánico! Luego hemos ido al museo de historia. Un poco royazo: a Edurne lo que mas le ha gustado han sido los instrumentos de música antiguos, a Mara la zona del teatro con unas mini representaciones de escenarios y escenas. Finalmente hemos vuelto a casa pasando primero por ca´ la Reme. Nos hemos decidido a comernos las lentejas que sobraron ayer pero Mara decía que eso era tóxico y que no se lo comía con lo que ha hecho un arroz para las dos. Después de comer nos hemos acostado a dormir la siesta. Al despertarnos, hemos merendado, puesto la lavadora y pulido la presentación del lunes. Hemos tendido la lavadora cuando ha terminado y después, hemos estado hablando un rato antes de irnos a nuestras respectivas habitaciones a hacer cosas.