28 de febrero de 2010

Día de Edurne:


Día de Mara: Esta mañana había quedado con Heidi a las 10:45 en mi museo. Pues bien, teniendo en cuenta que el bus pasaba a las 10:30 y a las 10:55 a las y cuarto he salido de la resi para pillar el de las 10:30. A las y veinte he llegado a la parada pero el bus no ha pasado hasta las 10:55 con lo cual, he llegado al museo a las 11 en punto. Cuando he llegado Heidi me ha dicho que no pasaba nada, que me había echo ir hoy porque Kari seguía mala y ella no entendía la caja registradora… ¿¡Como!? ¡pero si a mi tampoco se me da bien!... ¡En fin! Al llegar me dice: “¡Hoy el museo tenía horario diferente y se me ha olvidado decírtelo!, hoy cerramos a las cuatro de la tarde…” Con lo que yo he acordado de sus antepasados y he pensado que menos mal que me había echado para el lunch (por si acaso). Todo ha ido súper bien… parecía que la máquina y yo ya habíamos hecho las paces, pero... ¡ha llegado la hora de hacer caja! Hoy hemos batido el record de los fines de semana: ¡34 personas! Y, para colmo, hoy, como era fin de mes, teníamos que hacer un montón de cosas que yo en mi vida había echo con esta máquina. Bueno… he llamado a Kari y ella me ha ido guiando por teléfono… (ahora comprendo lo que sienten esos que desactivan bombas mientras otro les da las instrucciones). Cuando he hecho todo lo que me ha dicho, me he puesto a contar el dinero y, para no variar me faltaban 10 kronos… para asegurarme lo he vuelto a contar. Heidi ha dicho que ella ponía los 10 kronos de su bolsillo y entonces, al volverlo a contar me sobraban 20 kronos… que no se a vosotros, pero normalmente, si a cero le sumas 10 te da 10 no 20. El caso es que Heidi se reía de mi porque era la quinta vez que contaba el dinero y ha decidido contarlo ella pero le daba como a mi. Con lo que hemos decidido dejarlo como estaba (con los +20 kronos) e irnos. Al salir, su hija Tía la estaba esperando y yo me he pillado el bus. He subido la cuesta y he llegado a casa. He comido y me he puesto a pintar un rato sobre tela. Luego me he duchado, cenado y, Edurne y yo hemos visto una peli que se llama: “cuatro vidas” (que no “siete vidas”) que me ha gustado mucho y tenía muy buen reparto. Luego nos hemos ido a dormir.