martes, 2 de febrero de 2010

2 de febrero de 2010

Día de Edurne: Ayer me levante temprano, y con cuidado de no despertar a Sonia, me he ido a trabajar. En cuanto he llegado ha venido Agel y me ha dicho que no tenía mi teléfono, porque quería haberme llamado para decirme que no vendría y que pasase el día con Sonia. Yo le he dicho que ya no podíamos hacer nada, pero le he dado mi teléfono y le he pedido dos cosas: a ver si podía ir mañana Sonia a ver el pueblo, y así aprovechaba yo para echar las fotos para mi presentación y si podía no ir el jueves, porque quería ir ese día a ver los fiordos. Me ha dicho a todo no problem, y yo soy muy feliz porque ¡voy a ver los fiordos!

Me han dicho que me podía ir antes, y yo he llamado a Sonia a ver si quería que quedásemos por el centro para ver alguna cosa, y así hemos hecho. Cuando he llegado al lugar de la quedada, Sonia no había llegado, por lo que he entrado a ver a Mara. He hablado un poco con ella y con su compañera Cari. Después fuimos a patearnos Bergen, a ver si descubrimos rincones y cosas nuevas, y así ha sido: hemos encontrado una tienda de ropa superchula en salg (rebajas). Nos hemos puesto locas porque no es muy normal que ninguna de las dos encontremos una tienda en las que nos guste toda la ropa. A pesar de que no estamos para muchos gastos, nos hemos comprado alguna cosilla, eso sí, de las que estaban en la parte de salg. Después hemos continuado andando, buscando algún lugar en el que pudiera hacerme unas fotos de carnet para la tarjeta del bus, pero no hemos encontrado ninguna, así que hemos cogido el bus y hemos vuelto a la residencia, donde hemos comido los espaguetis que nos sobraron de ayer.

Día de Mara: Esta mañana, sorprendentemente y sin saber muy bien como, he salido después de la residencia, el bus ha venido tarde, pero he llegado puntual… Cosas que pasan. Cuando he llegado Kari y yo nos hemos ido al otro museo a limpiar y ver que hacíamos con los reposa-culos de los asientos que estaban rotos. Yo les pasaba la aspiradora mientras Kari los seleccionaba, separaba y demás. Cuando estaban todos aspirados, he aspirado una habitación pequeña donde se ve que un ratón había echo su casa… ¡que bonico! Cuando hemos terminado, hemos vuelto al museo. Mientras nosotras estábamos fuera ha venido Heidi y se ha ocupado del museo porque hoy teníamos dos visitas escolares y ella era la guía. Ha venido una mujer francesa un poco rara que trabajaba en un museo en París y, cuando me he puesto ha hacerle el cuestionario, me decía cosas muy raras, me contaba cosas supuestamente graciosas y yo, aunque no la entendía nada de nada, me reía. Al final me ha dado su tarjeta y me ha dicho que la llame… no tengo muy claro si le gustado o es por otra cosa… el caso es que ha sido una mañana graciosilla y, encima, el sol brillaba y, a pesar de los -5 grados, derretía la nieve de los tejados, con lo que desde dentro de las casas parecía que llovía, pero luego, salías fuera y solo caía agua del tejado. Antes del lunch ha venido Edurne a verme y ver si hoy íbamos a subir al teleférico. Kari se ha puesto a abrir la caja registradora (que se abre con mucha fuerza) y sin querer me ha tirado todo mi yogurt por el suelo, mi abrigo, las paredes, las sillas… ¡la liado parda! En el lunch estábamos Kari, yo y la mujer que limpia normalmente el museo, que yo pensaba que era Pyhton y resulta que es otra. Hemos estado hablando y de repente ha aparecido Edurne y Sonia que venía a decirme que hoy no podíamos hacer lo del teleférico por no se qué historia que no me ha quedado muy clara. Cuando hemos terminado, ¡lo de siempre!: yo a contar el dinero de la caja (que sorprendentemente hoy lo he contado a la primera y sin equivocarme) y Kari mientras recogía la mesa del té. Luego hemos cerrado y apagado todo el museo. Luego me he subido y, como eran las dos y pico, he mirado el correo y me he venido a casa. Por el camino he llamado a mi familia y he estado hablando con ella mientras subía la cuesta de la muerte.

Hemos comido: Sonia y Edurne espaguetis de ayer y Mara un bocadillo de jamón, queso y demás. Después Sonia y Edurne se han ido a dar una vuelta por el centro pero Mara ha caído en un estado de coma profundo y no se ha levantado hasta las seis. Ha planchado, limpiado las pelusas enormes de su habitación y se ha puesto a dibujar hasta que han venido Edurne y Sonia. Hemos cenado carne con morcillas, chorizos y una ensalada lechuguina contundente. Luego nos hemos subido a la habitación de la tele Sonia a pintar y Edu y Mara a ver House.

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